Manchas de hierro y óxido en su hogar

El hierro es un nutriente que todos los organismos necesitan para funcionar. Pero también es perjudicial para la salud si se ingiere en dosis elevadas.

La EPA considera el hierro un contaminante secundario, lo que significa que no tiene un impacto directo en su salud como otros sólidos disueltos, como el plomo. Por ello, es posible que el agua de su pozo contenga una cantidad de hierro superior a la permitida por las normas federales. Sin embargo, puede causar estragos en su hogar, provocando costosos daños y manchas.

Hierro Rojo

El hierro férrico "insoluble" es visible a simple vista y puede causar una serie de problemas en su hogar, así como en sus alimentos y bebidas. El hierro rojo del agua puede eliminarse con un descalcificador, pero un tratamiento más común es un filtro de hierro, que Culligan ofrece como parte de sus soluciones para todo el hogar. El sistema de acondicionamiento de agua Iron-Cleer® de última generación soluciona las manchas de hierro y óxido, dejándole sólo agua limpia en sus fregaderos, grifería, vajilla y ropa.

Hierro claro

El hierro ferroso "soluble" es un sólido disuelto invisible que puede aparecer después de salir de su grifo. Este tipo de agua tiene poco oxígeno y suele proceder de pozos profundos y fuentes de agua subterránea.

La forma más común de tratar el hierro claro es con un ablandador de agua Culligan, que puede eliminar el hierro claro mediante intercambio iónico, sobre todo si el suministro de agua de su casa tiene un pH bajo. Otras opciones, como la cloración y la filtración de arena verde con manganeso, requieren mantenimiento y la cantidad adecuada de presión.

Hierro orgánico

Generalmente, el hierro orgánico es hierro puro combinado con cualquier materia orgánica disuelta en el agua, como los taninos. Un tanino es una biomolécula producida por la vegetación que tiñe los líquidos, incluidos el té y el café. Cuando los taninos reaccionan con el agua que contiene hierro, se crea un residuo negro. Esto suele ocurrir en pozos poco profundos afectados por aguas subterráneas.

Bacterias del hierro

Las bacterias del hierro son organismos presentes de forma natural en suelos y aguas subterráneas que se alimentan de hierro, dejando depósitos de residuos. Dejan tras de sí un lodo oscuro que se adhiere a las tuberías y accesorios, especialmente en los depósitos de agua e inodoros y en los accesorios de fontanería. Los microorganismos también pueden hacer que el agua tenga mal sabor y olor. Puede eliminar físicamente los lodos de la cisterna del inodoro o utilizar métodos de cloración de "choque", pero esto es sólo una solución temporal. La única forma de reducir la cantidad de bacterias del hierro es reducir la cantidad de hierro en sí.

A través de la filtración: el agua subterránea procedente de la lluvia o la nieve derretida atraviesa el suelo y pasa a formar parte del suministro de agua. Si el suelo contiene hierro, éste puede disolverse con el agua y llegar hasta el pozo.

A través de la corrosión - Cuando el hierro se expone al oxígeno, forma óxido. Las escamas de óxido pueden introducirse en el suministro de agua a través de elementos de fontanería corroídos, como tuberías y carcasas. Esta es la causa principal del "agua coloreada" que puede ver salir de su grifo, inodoro o ducha.

Manchas de la colada - Pueden aparecer manchas amarillas, rojas o marrones en la ropa si el agua de la colada contiene una gran cantidad de bacterias de óxido.

Cerámica/Porcelana - El hierro puede crear manchas en sus lavabos, inodoros y bañeras que son tediosas y difíciles de eliminar. Los remedios caseros más comunes incluyen limones/zumo de limón, vinagre y bicarbonato de sodio, pero estas soluciones son temporales y no eliminan el hierro de raíz.

Obstrucción - El hierro puede obstruir desde pozos y bombas hasta lavavajillas, lavadoras y otros electrodomésticos y accesorios. Esto requiere reparaciones o sustituciones costosas y que llevan mucho tiempo.

Aunque el hierro del agua puede tratarse químicamente de forma puntual, la forma más común y eficaz de solucionar este problema es con un descalcificador o un sistema de filtración especial.

Los descalcificadores y los filtros eliminan los sólidos disueltos, como el hierro, el calcio y el magnesio, que hacen que el agua sea "dura". Este proceso varía entre filtros y descalcificadores, pero normalmente utiliza un lecho de resina que atrapa los minerales más duros y los cambia por otra sustancia más blanda, normalmente sodio. El resultado es un agua más limpia, de mejor sabor y que funciona mejor en su hogar.

Si alguna vez ha notado un sabor metálico en el agua, probablemente se deba a un exceso de hierro. Este sabor ofensivo puede arruinar una buena taza de café, té y otras bebidas caseras producidas con agua del grifo. Los alimentos, sobre todo las verduras, también pueden absorber el sabor del agua con hierro, provocando un sabor diferente.